El diseño general eléctrico se refiere al proceso de planificación y diseño de un sistema eléctrico en un edificio, instalación, o proyecto en general. Este proceso implica la creación de un plan detallado para la distribución de energía eléctrica, la selección y ubicación de componentes eléctricos, y la determinación de cómo se conectará y operará todo el sistema. El diseño general eléctrico es un componente crítico en la construcción de infraestructuras eléctricas seguras, eficientes y confiables en una amplia variedad de aplicaciones, incluyendo edificios comerciales, industriales, residenciales, plantas de energía, instalaciones de manufactura y más.
Algunos de los elementos clave involucrados en el diseño general eléctrico incluyen:
Distribución de energía: Esto implica determinar cómo la energía eléctrica se alimentará en todo el edificio o instalación. Se planifican los circuitos, los paneles de distribución y las rutas de cables.
Selección de componentes: Se eligen los componentes eléctricos adecuados, como cables, conductores, paneles de distribución, interruptores, enchufes, iluminación, dispositivos de protección (fusibles o disyuntores), generadores, transformadores y más.
Cálculos eléctricos: Los ingenieros eléctricos realizan cálculos para garantizar que la instalación eléctrica esté dimensionada correctamente y cumpla con los requisitos de carga, corriente, tensión, caída de tensión y otros parámetros.
Planos eléctricos: Se crean planos detallados que muestran la disposición de los componentes eléctricos, la ubicación de los paneles de distribución, las rutas de cables, la iluminación, los puntos de conexión, entre otros.
Protección y seguridad: Se planifican sistemas de protección eléctrica para garantizar la seguridad de las personas y la protección de los equipos. Esto incluye la instalación de sistemas de puesta a tierra, protección contra sobrecorriente, sistemas de detección de fallas a tierra, entre otros.
Eficiencia energética: Se busca optimizar el diseño para maximizar la eficiencia energética, reduciendo el desperdicio de energía y, en consecuencia, los costos operativos.
Normativas y regulaciones: Se asegura que el diseño cumple con todas las normativas y regulaciones locales y nacionales relacionadas con instalaciones eléctricas.
Resiliencia y redundancia: Se consideran soluciones para garantizar la continuidad del suministro eléctrico, como sistemas de respaldo (generadores o baterías) y diseños redundantes.
Automatización y control: Se incorporan sistemas de automatización y control para monitorear y gestionar eficientemente la red eléctrica, así como para controlar la iluminación, la climatización y otros sistemas conectados.
El diseño general eléctrico es un proceso complejo que requiere la colaboración de ingenieros eléctricos y diseñadores para garantizar que la instalación sea segura, confiable y cumpla con las necesidades específicas del proyecto. Un diseño eléctrico bien planificado es fundamental para el funcionamiento adecuado de edificios e instalaciones y puede contribuir significativamente a la eficiencia energética y a la seguridad.